La cueva de Valdegoba, en Huérmeces, se confirma como uno de los yacimientos de referencia para el estudio de los neandertales en el interior de la península ibérica. Un reciente trabajo de investigación, realizado por profesores de la Universidad Isabel I y la Universidad de Burgos (UBU) junto a un equipo internacional, ha permitido obtener dataciones mucho más precisas de las ocupaciones humanas en este enclave, situándolas entre hace 140.000 y 120.000 años, en la transición entre un periodo glacial y uno interglacial. Los resultados se publican en la revista científica Quaternary Science Reviews (Elsevier).
Para establecer estas fechas, los investigadores combinaron técnicas de datación por racemización de aminoácidos (AAR) y luminescencia (OSL y pIR-IRSL), métodos de alta resolución que han permitido ordenar cronológicamente los niveles arqueológicos. Según el profesor Marcos Terradillos Bernal, especialista en tecnología lítica y evolución humana, “disponer de una cronología fiable permite situar a los neandertales de Valdegoba en un contexto ambiental y cultural definido y reexaminar su papel en las ocupaciones de los primeros neandertales clásicos del norte peninsular”.
Entre los hallazgos más relevantes se incluye una falange distal de pulgar, un nuevo fósil humano que amplía el registro anatómico de los neandertales en el interior de la península. Su robustez y morfología confirman su adscripción a esta especie, aportando información sobre su variabilidad biológica y dimorfismo sexual.
La cueva de Valdegoba cuenta con una importante colección de instrumentos musteriense, restos de fauna —entre ellos rebecos, caballos, hienas y osos— y restos humanos previos, como mandíbulas y dientes, que la hicieron conocida internacionalmente. Hasta ahora, la falta de dataciones directas y precisas limitaba la comparación con otros yacimientos europeos contemporáneos.
El análisis de los restos faunísticos ha permitido reconstruir el ecosistema en el que vivieron estos grupos humanos, evidenciando su capacidad de adaptación y aprovechamiento de los recursos naturales. La industria musteriense encontrada refleja habilidad técnica y cognitiva, mostrando cómo los neandertales producían herramientas específicas y realizaban tareas domésticas dentro del abrigo.
Según Terradillos, “en Prehistoria, contar con dataciones fiables significa mucho más que un dato técnico: permite contextualizar las ocupaciones humanas en el tiempo y comparar, con rigor, los procesos culturales y ambientales de diferentes poblaciones. Valdegoba ahora ofrece esa garantía, ayudándonos a entender mejor la historia evolutiva de Europa occidental”.











