El 26 de agosto de 2025, SpaceX alcanzó un hito importante con el décimo vuelo de prueba de su megacohete Starship, marcando la primera vez este año que la nave completó la misión sin explosiones ni fallos graves. Tras varios meses de vuelos fallidos, este éxito representa un paso clave hacia la reutilización total del cohete, un objetivo fundamental de la compañía para reducir costes en futuras misiones espaciales.
El lanzamiento se realizó desde Starbase, Texas, a las 19:30 (hora local), tras intentos previos pospuestos por condiciones meteorológicas adversas. El cohete, formado por el propulsor Super Heavy y la nave Starship, alcanzó una altitud de 192 km y una velocidad superior a 26.000 km/h, completando con éxito el despliegue de ocho simuladores de satélites Starlink.
Durante el vuelo, se llevó a cabo un encendido crítico del motor Raptor en el espacio y la nave realizó un aterrizaje controlado en el océano Índico, aproximadamente 66 minutos después del despegue. Este logro marca un avance significativo tras varios fracasos en vuelos anteriores, que incluyeron explosiones y problemas técnicos.
El éxito de esta prueba refuerza la posición de SpaceX en la carrera espacial comercial y demuestra el progreso en la tecnología de reutilización de cohetes, fundamental para futuros proyectos de exploración lunar y marciana.











