El Museo Etnográfico de Montejo de San Miguel cierra temporada y prepara nuevos proyectos

Con el otoño llegando a su fin, el Museo Etnográfico de Montejo de San Miguel se prepara para el cambio de estación y adapta su actividad a los meses más fríos del año. El 12 de noviembre, el centro cultural recibió al último autobús del Programa Rutas Culturales para Mayores de 55 años de la Comunidad de Madrid, una iniciativa que cada temporada acerca a cientos de visitantes a la cultura y las tradiciones de la comarca.

Los grupos que han pasado por el museo este año han podido conocer de primera mano las formas de vida de los dos últimos siglos, muchas de ellas comunes a sus propios recuerdos de infancia y juventud, especialmente para quienes conservan raíces en el medio rural. Los visitantes destacan el esfuerzo que supone mantener un museo de este nivel en un pueblo pequeño como Montejo de San Miguel, así como la calidad de las visitas guiadas, todas ellas conducidas por expertos en la cultura local.

Uno de los momentos más especiales de estas visitas ha sido la sesión de “juegos de antes” (tirabique, tuta, aro), una actividad participativa que despierta nostalgia y conecta directamente con las vivencias de generaciones pasadas. Los comentarios que los grupos dejan en el Libro de Visitas confirman que la experiencia resulta enriquecedora y emotiva.

Coincidiendo con la llegada del último grupo, el museo recibió también la visita de Eugenio Monesma Moliner, productor y director de cine etnográfico y referencia indiscutible en la conservación y difusión de la cultura tradicional. Conocido por sus documentales emitidos en La 2 de TVE y por sus cientos de vídeos disponibles en YouTube, Monesma pasó la mañana en el museo conociendo el proyecto, compartiendo experiencias y explorando posibilidades futuras.

La jornada concluyó con un compromiso especial: Monesma grabará un documental en el museo cuando se realice la “Exhibición del Oficio de Cantero”, una actividad que ya se está programando y que se espera que despierte un gran interés.

Con la llegada del invierno, el museo inicia ahora una etapa más tranquila, destinada a acondicionar espacios, restaurar piezas y editar vídeos y fotografías recopiladas durante las actividades del verano. El objetivo, aseguran, es mantener vivo el ritmo cultural: “Lo importante es no parar”.