El organismo señala que, de aquí a 2029, el PIB crecerá de forma pareja al empleo: en 2026 un 1,7% frente al 1,6% del empleo, en 2027 un 1,7% ambos, en 2028 un 1,6%, y en 2029 un 1,5%. Este patrón refleja un modelo de crecimiento basado en aumentar la mano de obra y no en mejoras de eficiencia productiva.
El Banco de España coincide con este diagnóstico, advirtiendo que la economía nacional mantiene una brecha de productividad significativa respecto a la zona euro. La AIReF recuerda que la productividad española en 2025 está ligeramente por debajo de 2019, lo que implica que apenas ha habido avances en cinco años.
Por sectores, la productividad ha mostrado cierta mejora en comercio, transporte, hostelería e industria manufacturera, mientras que ha retrocedido en Administraciones Públicas, educación, sanidad y construcción.
Además, la inmigración juega un papel clave en el empleo: solo un 32% de los nuevos puestos creados desde 2019 corresponden a españoles, según la EPA. Sin embargo, la AIReF advierte que muchos de los trabajos ocupados por extranjeros se concentran en sectores de baja productividad, como la construcción, la agricultura o los servicios domésticos.
En conclusión, la institución presidida por Cristina Herrero subraya que España sigue sin resolver su gran asignatura pendiente: el estancamiento de la productividad, lo que compromete el crecimiento a medio y largo plazo.











