La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha desde ayer, 6 de octubre, una campaña intensiva destinada a reducir las distracciones al volante. La acción se prolongará hasta el domingo 12 y abarcará tanto carreteras interurbanas como vías urbanas, combinando la vigilancia directa de los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil con sistemas automatizados, entre ellos 12 cámaras instaladas en Castilla y León que permiten detectar el uso del teléfono móvil mientras se conduce.
Además, la campaña contará con la participación de voluntarios de ASPAYM (Federación Nacional de Lesionados Medulares y Otras Discapacidades Físicas), que acompañarán a los agentes en Burgos, Ávila, León, Palencia, Valladolid y Zamora. Su presencia tiene un doble objetivo: concienciar sobre las conductas de alto riesgo y mostrar de primera mano las consecuencias graves y permanentes de los accidentes de tráfico.
Los datos más recientes muestran que el uso del móvil sigue siendo la infracción más común, representando el 31% de las denuncias durante la última campaña, siete puntos por encima de la cifra registrada en 2023. Este dato refuerza la necesidad de insistir en la educación vial y el cumplimiento de las normas para prevenir accidentes.











