Caen los positivos por alcohol al volante en Castilla y León, pero se disparan los de drogas
En la última década las sanciones por alcohol han descendido un 16 %, mientras que las multas por consumo de drogas casi se han triplicado
En los últimos diez años, los controles de la Dirección General de Tráfico en Castilla y León reflejan una tendencia dispar en la conducción bajo los efectos de sustancias. Mientras que los positivos por alcohol han descendido en torno a un 16 %, pasando de 6.400 en 2015 a 5.400 en 2024, las sanciones derivadas de los controles de drogas prácticamente se han triplicado en el mismo periodo.
Por provincias, León encabezó en 2024 las estadísticas tanto en infracciones por consumo de drogas como por alcohol, mientras que Burgos se situó en cuarta posición en ambos apartados. Este aumento de los positivos en drogas se atribuye principalmente al incremento de los controles, ya que en los últimos años las unidades de la Agrupación de Tráfico cuentan con un mayor número de test de detección.
Las sanciones por consumo de alcohol al volante siguen siendo elevadas: superar los 0,25 mg/litro y hasta 0,50 mg/l en aire espirado supone una multa de 500 euros y la pérdida de cuatro puntos del carné, mientras que rebasar los 0,50 mg/l implica una sanción de 1.000 euros y la retirada de seis puntos. En los casos más graves, con tasas superiores a 0,60 mg/l, la infracción se convierte en delito y puede acarrear penas de prisión de tres a seis meses, además de la retirada del permiso de conducir entre uno y cuatro años.
En paralelo, el Congreso de los Diputados tramita una reforma legislativa que pretende endurecer todavía más los límites, reduciendo la tasa máxima permitida de alcohol al volante hasta el 0,1.










