Castilla y León actualiza la normativa de artesanía alimentaria
El nuevo decreto busca garantizar la autenticidad de los productos y apoyar a las pequeñas empresas del medio rural

La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla y León ha presentado un proyecto de decreto con el que pretende modernizar y reforzar la normativa sobre artesanía alimentaria. El texto, actualmente en fase de exposición pública, redefine los principios que rigen este sector fundamental para la economía rural, con un doble objetivo: proteger la autenticidad de los productos y facilitar la actividad de las pequeñas empresas que los elaboran.
El nuevo marco legal establece que las empresas artesanas deberán elaborar sus productos con materias primas locales o regionales, priorizando los tiempos naturales de maduración y limitando el uso de aditivos. Además, se prohíbe el empleo de conservantes, colorantes o aromas artificiales, salvo en casos excepcionales, donde podrán utilizarse un máximo de dos por producto cuando resulte técnicamente imprescindible.
La norma también fija un límite general de siete ingredientes por elaboración, salvo excepciones justificadas, y refuerza la protección de los procesos tradicionales frente a la mecanización. La producción deberá ser principalmente manual, permitiéndose la automatización solo en fases auxiliares como el envasado o almacenamiento, siempre garantizando la intervención directa del artesano.
Otro de los avances del decreto es la creación de una lista detallada de ingredientes y procesos prohibidos que, de emplearse, implicarían la pérdida de la consideración de producto artesano. Asimismo, se amplían los requisitos empresariales: si hasta ahora únicamente podían inscribirse microempresas, la nueva regulación permitirá incluir también a las pequeñas empresas, de modo que aquellas que hayan crecido en empleo o facturación puedan mantener su reconocimiento como artesanas sin perder su esencia tradicional.










