En marcha la conexión entre las carreteras de Villarcayo y Santander
La Junta prevé iniciar en 2026 las obras de un tramo de 4,1 kilómetros que evitará el paso por Peñahorada y reducirá el viaje en unos diez minutos

La Junta de Castilla y León avanza en el proyecto que permitirá enlazar la CL-629 con la N-623 a la altura de la Merindad de Río Ubierna, una iniciativa que llevaba más de veinte años pendiente. El plan, recuperado a finales de 2023, cuenta con un presupuesto estimado de 9,2 millones de euros y, según las previsiones, las obras arrancarán en 2026 con un plazo de ejecución mínimo de dos años.
La futura vía enlazará los cruces de Villalbilla Sobresierra y Gredilla la Polera, con un trazado de algo más de cuatro kilómetros. La solución elegida comienza en el kilómetro 21,4 de la N-623, al norte de Gredilla, y desemboca en la CL-629 en el kilómetro 10, también al norte de Villalbilla.
El diseño contempla dos carriles con una anchura total de 7 metros, arcenes de un metro, bermas de medio metro y cunetas de seguridad. Esta nueva carretera permitirá a los conductores evitar el paso por el desfiladero de Peñahorada, lo que reducirá en torno a diez minutos cada trayecto.
Actualmente, el proyecto elaborado por Castellana de Ingeniería se encuentra en fase de supervisión técnica. Una vez superado este trámite, deberá recibir la aprobación provisional, abrir el proceso de expropiaciones y recabar las autorizaciones administrativas. Posteriormente, la Junta licitará las obras, un paso que no se espera antes de marzo de 2026.










