El Ayuntamiento de Oña ha decidido ubicar el futuro cementerio municipal en la finca adquirida por la anterior corporación, tras comprobar que las tres alternativas analizadas no cumplían la normativa.
Mientras se tramitan los permisos y la financiación, el Consistorio firmará un convenio con el Arzobispado de Burgos para seguir utilizando el actual camposanto durante unos 25 años.
El terreno, situado a unos 2,5 kilómetros del casco urbano, presenta una orografía compleja que encarecerá las obras al requerir muros de contención. Un estudio hidrogeológico ha confirmado su idoneidad al no detectarse riesgos para las aguas subterráneas.
La falta de espacio en el cementerio parroquial provocó dificultades en el pasado, aunque actualmente existen nichos y zonas disponibles. La Diputación Provincial mantiene cedido de forma temporal el conocido como cementerio de los jesuitas, aunque no se ha llegado a utilizar.











