El antiguo balneario de Valdelateja, cerrado desde 2008, podría volver a convertirse en un punto de referencia turística en el norte de Burgos. Un inversor burgalés ha mostrado su interés en adquirir y rehabilitar el edificio, propiedad de los Padres Paúles, para transformarlo en un espacio moderno y con proyección económica para el valle.
El plan contempla una inversión cercana a los tres millones de euros, con el objetivo de crear empleo local y recuperar la actividad en un enclave privilegiado del Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón. Sin embargo, el proceso no está exento de obstáculos: el empresario asegura haberse topado con reticencias de la Junta Vecinal, lo que podría frenar la operación.
El complejo, que en su día ofrecía tratamientos termales y alojamiento en 34 habitaciones, lleva años sin actividad. Aun así, el inversor mantiene la vigilancia y el mantenimiento del inmueble mientras estudia su viabilidad. Entre sus planes figura no solo recuperar los servicios termales, sino también explorar otros usos como un hotel rural o incluso un centro sanitario o de investigación sobre el alzhéimer, en colaboración con la empresa biotecnológica Tetraneuron, de la que es socio.
Además de la posible compra del balneario, el promotor ya ha adquirido varias viviendas en el pueblo con la intención de rehabilitarlas y ofrecer alojamiento a trabajadores o familias interesadas en establecerse allí.
El cierre del centro se remonta a una larga disputa judicial iniciada hace más de veinte años por cuestiones medioambientales y de titularidad de las aguas termales. A pesar de una resolución favorable en 2016, el complejo nunca volvió a abrir sus puertas.
Ahora, el futuro del balneario depende de si esta nueva propuesta logra superar las barreras administrativas y devolver la actividad a un rincón que hace tiempo espera una segunda oportunidad.











