Una de las obra más representativa de la muestra El Jardín Secreto, el Fauno, ya no se encuentra en los paseos benedictinos de Oña. La escultura, que se había convertido en uno de los símbolos de la exposición, desapareció entre el martes y el miércoles de la semana pasada.
El Fauno era una de las piezas más fotografiadas y compartidas, y se había ganado la simpatía de quienes recorrían este espacio cultural al aire libre. Sin embargo, su ausencia no se debe a un traslado planificado: su base fue destrozada y la figura retirada sin autorización.
Por ahora, se desconoce el paradero de la obra. Entre las hipótesis se barajan un posible robo con destino a un jardín privado, un acto vandálico o incluso su abandono en algún lugar apartado.
La exposición El Jardín Secreto, coordinada por el escultor Carlos Armiño, ha convertido los jardines y paseos del antiguo monasterio benedictino en un espacio de encuentro entre arte, naturaleza y patrimonio.











