Inauguran el nuevo albergue en el convento de Santa María la Real de Vileña de Villarcayo tras una inversión de 585.000 euros
La rehabilitación del histórico convento de Vileña convierte el edificio en un nuevo albergue con 60 plazas gracias a una amplia colaboración institucional y social

El antiguo convento cisterciense de Santa María la Real de Vileña, en Villarcayo, ha sido inaugurado como un nuevo albergue tras la rehabilitación de más de 400 metros cuadrados de su planta baja, una actuación posible gracias a una inversión de 485.000 euros de la Junta de Castilla y León y 100.000 euros más aportados por la Diócesis de Burgos, la Diputación Provincial, el Ayuntamiento de Villarcayo y la Fundación Santa María de Río Seco. El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, destacó que la intervención permitirá transformar un edificio sin uso en un recurso activo para la zona, afirmando que “va a permitir que un edificio que estaba sin uso sea un foco de atracción, de movimiento, de personas, y genere actividad económica y empleo”.
Durante el acto se subrayó también la importancia del pasado del edificio y el papel de la comunidad religiosa que lo habitó. El Vicario de la Diócesis de Burgos, Carlos Izquierdo, recordó los años de trabajo de las religiosas y la generosidad con la que cedieron el inmueble al Arzobispado, señalando que “aún vive una religiosa de este convento, la Madre María Jesús, que trabajó tanto por este espacio, y que gustosamente hizo esa cesión. Sin esa cesión por parte de ella, no estaríamos aquí”.
El presidente de la Diputación de Burgos valoró el modelo de colaboración institucional que ha permitido recuperar un patrimonio que estaba en ruinas, indicando que “si hay un ejemplo de cómo se coge un patrimonio devastado, se pone en valor, se cuida, se protege y es capaz de retornar a una sociedad después de un trabajo magnífico, es este proyecto” Añadió además que la Junta de Castilla y León ha sido un socio imprescindible en la transformación del territorio.
El alcalde de Villarcayo, Adrián Serna, subrayó el impacto que tendrá el nuevo albergue en la comarca, destacando que “van a generar economía, van a generar empleo, van a generar un servicio necesario en el municipio, y es un proyecto que transformará esta inversión en una repercusión económica y social a muy largo plazo”.
Por su parte, la vicepresidenta de la Fundación Santa María de Río Seco, Esther López Sobrado, recordó el esfuerzo asumido por la entidad: “La Fundación ha invertido 96.000 euros con la enorme carga que esta cantidad supone para una entidad tan pobre como la nuestra”, y explicó que el objetivo del nuevo recurso es atraer voluntarios, estudiantes y visitantes: “Nuestra pretensión es llegar a cualquier persona o colectivo interesado en conocer la comarca de las Merindades”. También expresó su deseo de impulsar una segunda fase que permita recuperar las plantas superiores y habilitar nuevas habitaciones individuales: “Nos gustaría poder continuar con la recuperación de este magnífico edificio en una segunda fase”.
La obra ha sido ejecutada por Construcciones Basurto, y el proyecto arquitectónico ha sido realizado por los arquitectos Jorge y Miguel Isla González, ambos de Villarcayo. Además, el albergue cuenta con baños adaptados para personas con discapacidad, equipados con sistemas de apoyo y elementos de “análisis cerebral”, un aspecto que fue destacado durante la presentación.
La actuación ha permitido habilitar una cocina, comedor, salas comunes y 60 plazas de alojamiento distribuidas en tres habitaciones. Desde la Fundación y la parroquia se destacó también que el edificio será usado para convivencias, actividades académicas y encuentros sociales, recuperando así un espacio con fuerte arraigo en la memoria local: “Es un espacio de acogida y servicio al pueblo… son muchos los motivos por los que hoy nos damos la enhorabuena”










