El turismo rural en la provincia de Burgos está viviendo un verano más débil que el anterior, según los datos de la Asociación de Turismo Rural de Burgos (TURALBUR). La mayoría de los propietarios considera que la ocupación en 2025 se mantiene igual o incluso peor que en 2024, y solo un 24% de los alojamientos registra cifras superiores al año pasado.
En el análisis mensual, enero fue el mes con menor ocupación, con un promedio del 11%, mientras que julio alcanzó su mejor registro hasta ahora, con un 41% de ocupación media en casas rurales y un 58% en hoteles rurales. Para agosto, la previsión apunta a una ocupación cercana al 60%, basándose en las reservas ya efectuadas y las previstas, manteniendo la tendencia habitual de ser el mejor mes del año.
TURALBUR ha calificado estos resultados como “flojos”, y los atribuye principalmente a la fuerte competencia del turismo de sol y playa y a la proliferación de oferta ilegal de alojamientos. A pesar de este escenario, los propietarios ya están mirando hacia el otoño, con reservas anticipadas para el puente de la Constitución, la Inmaculada y la temporada navideña.
Un dato que destaca especialmente es el interés que ha generado el eclipse de agosto de 2026, para el que cerca del 15% de los alojamientos rurales de la provincia ya registra reservas, mostrando la expectación que este fenómeno astronómico despierta entre turistas y aficionados al turismo rural.











